¿A qué edad se hace una ortodoncia interceptiva?
A pesar de que existen patrones de edades para el crecimiento y desarrollo de los niños, cada uno maneja su propio ritmo y hay unos que pueden crecer más rápido que otros.
Desde la clínica dental Dra. Ascensión Martín-Pérez recomendamos que la primera visita al dentista sea desde la salida del primer diente, con el fin de vigilar el crecimiento de los maxilares y la erupción de los dientes.
No existe una edad específica para iniciar un tratamiento de ortodoncia interceptiva, ya que todo depende del patrón de crecimiento del niño, de la edad a la que se empiece a expresar la maloclusión y los hábitos orales que pueda adquirir a lo largo de su niñez.
El rango de edad en el cual se puede hacer un tratamiento de ortopedia varía desde que el niño tiene todos los dientes de leche en boca, hasta que finalice su recambio dentario, esto podrá suceder entre los 5 y los 12 años. Una vez se diagnostica la maloclusión, entre más rápido se inicie con el tratamiento, los resultados serán mucho más exitosos.
Control de hábitos
Los hábitos orales son una de las principales causas del desarrollo de las maloclusiones y de alteraciones masticatorias, respiratorias y funcionales, ya que intervienen directamente en el desarrollo y patrón de crecimiento de las estructuras faciales y dentales, incluyendo huesos y músculos.
Un hábito es una actividad que se hace de forma repetitiva y de manera inconsciente. Pueden aparecer en cualquier edad, por estrés, placer o un mecanismo de defensa o adaptación. Cuando no se intervienen a tiempo, traen consigo muchas consecuencias a nivel dental, muscular y óseo.
Es importante identificar a tiempo este tipo de conductas para que no den lugar a una maloclusión o la empeoren. Los hábitos orales más comunes en los niños son:
Succión digital
Es considerado uno de los hábitos más comunes, ya que los niños suelen hacer esto por el reflejo de succión que experimenta desde su nacimiento, con la alimentación materna.
Consiste en chuparse el dedo y la gravedad de sus consecuencias depende de la frecuencia del hábito, de la fuerza con la que se succione y la cantidad de dedos involucrados.
Consecuencias
- Problemas de la ATM
- Dientes mal colocados
- Al cerrar, los dientes de adelante no contactan
- Inadecuado selle de los labios
- Labio superior poco desarrollado
Chupete o biberón
Este hábito suele ser nocivo cuando se prolonga más allá del año y medio de vida ya que afecta directamente el desarrollo de la musculatura facial y produce alteraciones de la mordida.
Consecuencias
- Maloclusión dental
- Alteraciones del habla y la masticación
- Hipotonía muscular (músculos flácidos y débiles)
Respiración oral
La respiración oral generalmente se da como un mecanismo de adaptación cuando existe alguna obstrucción anatómica o funcional que impide respirar adecuadamente por la nariz y obliga a hacerlo con la boca.
Mantener este hábito impide el adecuado desarrollo de los huesos faciales y genera sequedad bucal.
Consecuencias
- Cara alargada y con ojeras
- Mordida abierta anterior
- Paladar estrecho y poco desarrollado
- Boca entreabierta, sin contacto labial
- Mejillas flácidas y musculatura débil
Onicofagia y bruxismo
Los hábitos de mordedura como la onicofagia (morderse las uñas) y el bruxismo pueden ser consecuencia de emociones como estrés o ansiedad. Es importante detectarlos a tiempo ya que puede haber componentes emocionales escondidos que pueden ser muy perturbadores y perjudiciales.
Consecuencias
- Desgaste dental
- Dolor de la ATM
- Dientes mal colocados
- Dolores musculares
- Hipertrofia muscular
Deglución atípica
Este hábito consiste en la posición inadecuada de la lengua al deglutir (tragar), en la cual esta se ubica adelante o de forma lateral, ejerciendo fuerza sobre las arcadas dentarias, ocasionando movimientos y malas posiciones.
Consecuencias
- Inadecuado selle labial
- Alteraciones del lenguaje
- Excesiva fuerza de la lengua
- Dientes mal colocados
- Falta de contacto entre dietes superiores e inferiores
Beneficios de la ortodoncia interceptiva
- Controla los hábitos orales
- Facilita la adecuada higiene oral
- Permite un desarrollo equilibrado
- Corrige la posición inadecuada de los maxilares
- Favorece el adecuado desarrollo de las estructuras maxilofaciales
